La Orquesta Filarmónica De Bergen

Gran parte de la historia de Ally transcurre en la bella ciudad noruega de Bergen. En 1765, un grupo de músicos locales creó la Sociedad Musical, que con el tiempo se convertiría en la Orquesta Filarmónica de Bergen, una de las más antiguas del mundo. La orquesta se hizo famosa por dar salida a la música del momento y fue la primera en interpretar la Sinfonía n.º 2 de Beethoven el mismo año de su publicación, en 1804.

Una de las personas más influyentes de la Orquesta Filarmónica de Bergen fue Ole Bull, que se incorporó como violinista prodigio en 1818, cuando solo contaba ocho años. Bull, amigo de la familia del joven Edvard Grieg, fue quien aconsejó que enviaran al dotado muchacho de quince años a estudiar música en Leipzig. Cuando regresó en 1862, tras tres años en el Conservatorio, la orquesta interpretó la primera y única sinfonía del compositor.

En 1880, la gente de Bergen persuadió a Grieg para que ocupara el puesto de director de la orquesta. Grieg, no obstante, solo ejerció como tal dos años, durante los cuales estuvo en constante conflicto con los miembros del consejo, de talante conservador, y los directores del coro. Tras su muerte, en 1907, la orquesta heredó parte de su patrimonio.

Tal como se describe en la historia de Pip, Karine y su hijo Félix en La hermana tormenta, la ocupación nazi de Bergen tuvo un profundo impacto tanto en los habitantes como en la Orquesta Filarmónica de la ciudad. Los nazis invadieron Bergen el 9 de abril de 1940, y en enero de 1941 un grupo de jóvenes de las Juventudes Nazis Noruegas interrumpió un concierto. El solista, que estaba tocando el violín de Ole Bull, era el violinista judío Ernst Glaser, nacido en Alemania pero residente en Noruega. El director de la orquesta, Harald Heider, pidió a sus músicos que tocaran el himno nacional en lugar del programa original. Todos los presentes, incluidos los nazis, tuvieron que ponerse en pie, y Ernst Glaser aprovechó la oportunidad para huir.

En 1968, el rey Olaf V de Noruega puso la primera piedra de una nueva sala de conciertos, la Grieghallen. El edificio se terminó de construir casi diez años después, y la Filarmónica de Bergen se trasladó a su nuevo hogar en 1977. El estadounidense Andrew Litton se incorporó a ella como primer director. La filarmónica que crearon un puñado de músicos en 1765 es hoy una orquesta internacional formada por 101 músicos profesionales.

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