El Cumann na mBan

Cuando empecé a ahondar en la revolución irlandesa, me topé con breves alusiones a las mujeres del Cumann na mBan, el Consejo de Mujeres Voluntarias de Irlanda.

Símbolo del Cumann na mBan.

Fundado en 1914, el Cumann na mBan estaba inicialmente formado por sufragistas, activistas sindicales y socialistas que se sentían privadas del derecho al voto por los Voluntarios Nacionales, exclusivamente hombres. Sus razones de ser eran el cambio social, los derechos de la mujer y el derecho de Irlanda a formar una república, mediante el uso de la fuerza y las armas si era necesario.

Anuncio de reclutamiento de miembros para el Cumann na mBan, aparecido en la prensa.

En el período previo al Alzamiento de Pascua de 1916, el Cumann na mBan se convirtió de manera oficial en una fuerza paramilitar, junto con los Voluntarios Irlandeses y el Ejército Ciudadano Irlandés. De hecho, el día del Alzamiento, miembros destacados del Cumann na mBan irrumpieron en la Oficina Central de Correos armadas con revólveres, y sembraron la insurgencia por todo Dublín, ayudando a desatar la revolución irlandesa.

Tuve el privilegio de hablar con la doctora Hélène O’Keefe, que actualmente está concluyendo un doctorado en Historia de Irlanda, y me condujo a la mejor fuente histórica: la colección de pensiones del servicio militar de Irlanda.

Registrados en papel amarillento y escritos a máquina con letra apretada, hallé informes de primera mano de las mujeres de la zona de West Cork que arriesgaron su vida para apoyar la guerra de Irlanda contra los británicos por la independencia. Esta labor de documentación inspiró de forma directa los personajes de Nuala y Hannah Murphy, al igual que otros personajes femeninos valientes en la parte de La hermana perdida correspondiente a 1920. Ellie Sheeny, de West Cork, fue una de esas valientes y aparece mencionada brevemente en la novela. Su expediente deja constancia de la envergadura de su infatigable trabajo:

«Había un polvorín cerca de su casa, a unos tres prados de distancia…, una caja de bombas y otra de munición. […] Las llevó a su casa después de que pasaran los militares… Ayudó a pertrechar a los columnistas, que ascendían aproximadamente a cuarenta».

A través de los personajes de Nuala y Hannah, fui capaz de mostrar parte de las actividades que llevaba a cabo el Cumann na mBan. Además de transmitir mensajes secretos, ocultar armas y proporcionar refugio, cuidaban, alimentaban y vestían a los voluntarios.

Mujeres del Cumann na mBan entrenando con rifles.

Como señala Ambrose en La hermana perdida, son pocos los testimonios escritos de mujeres relativos al período de la revolución. Si bien contamos con multitud de testimonios de los hombres de la columna volante, por ejemplo, aún quedan por contar las historias de las mujeres. Espero que las de Nuala y Hannah hayan inspirado a mis lectores para ahondar en esta parte fascinante de la historia de Irlanda.

Historias reales que aparecen en el libro