CIERVOS BLANCOS

En La hermana luna Tiggy establece una estrecha relación con un místico ciervo blanco al que llama Pegaso. Los ciervos blancos son muy venerados en distintas culturas de todo el mundo; por ejemplo, los pueblos celtas de la antigua Escocia creían que eran mensajeros del otro mundo, y algunas leyendas medievales aseguraban que cazar uno de estos animales proporcionaba un conocimiento espiritual incalculable. En La hermana luna Pegaso se convierte en amigo y guardián de Tiggy.

Los ciervos blancos no son albinos. Su aspecto se debe a una enfermedad llamada leucismo, que provoca que el pelaje y la piel del ciervo pierdan el color. Los ciervos blancos no son muy frecuentes en el Reino Unido y además están muy protegidos al ser un trofeo de caza muy cotizado. En 2007 los habitantes de Devon y Cornwall ocultaron la ubicación secreta de un ciervo blanco, pero, por desgracia, el animal terminó siendo víctima de los cazadores furtivos y le cortaron la cabeza a modo de trofeo. En aquel momento se creía que era el único ejemplar de todo el país, pero después se avistó una cría blanca…

En cuanto a la historia de Tiggy, supe desde el principio que los ciervos blancos tendrían un significado especial para ella. El equivalente mitológico de Tiggy es Taygeta, la compañera de la diosa griega Artemisa, «la señora de las bestias». La leyenda dice que Zeus estaba persiguiendo a Taygeta y que, para protegerla, Artemisa la convirtió en cierva.

Una estatua romana de Artemisa (Diana para los romanos) con su ciervo en el museo del Louvre de París.

Historias reales que aparecen en el libro